La estimulación cognitiva es la presentación de ejercicios que ponen en acto e incitan a la acción, a funciones mentales superiores (también llamadas neuropsicológica o cognitivas).
Estos ejercicios suelen ser de diferentes tipos, algunos que usan papel y lápiz y otros que usan medios digitales; por ejemplo: adivinanzas, completar frases sencillas, escoger entre varias opciones, etc.
Por ejemplo, en personas con un daño leve o focal (por ejemplo, algunos ACV), el plan de tratamiento es específico pues a través de la estimulación se pretende restituir o compensar la función cognitiva afectada.
En cambio en los pacientes con deterioro cognitivo moderado se considera que no solo son útiles los ejercicios cognitivos, sino otras actividades como la música, las manualidades y las actividades grupales.
Finalmente en pacientes con deterioro cognitivo se considera un tratamiento no farmacológico pues con ello se busca ralentizar el avance de la enfermedad y combatir la apatía y el desgano.
Beneficios de la estimulación cognitiva
El Instituto Tobías ha concluído que en muchos pacientes la estimulación cognitiva incrementa el buen humor, y ayuda a las familias a hacer una rutina, la cual es muy necesaria en la atención domiciliaria de estos pacientes.
Por ello, realizan actividades con propósito, que terminan con un producto, como en el caso de las manualidades, por ejemplo. También actividades de interés más social o estético, como la música y otras actividades sociales.
En fin, hacen lo posible por estimular las funciones intelectuales, junto con las emocionales y sociales, que también conforman al ser humano.
Y para acercar la estimulación cognitiva a los adultos mayores durante el aislamiento social que atravesamos, colocan a disposición la modalidad on line del servicio, cuyas citas pueden solicitarse a través de los números telefónicos (0412 5442239 / 0414 3380415).